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Salsearon en tributo a Chávez
La “metralla” de la improvisación fue el centro de atención este domingo en Sabana Grande. El mismísimo Cándido Fabré, sonero de mil batallas, se montó en tarima para hacer de la palabra una rumba en beneficio de seguidores (cubanos y venezolanos) que se dieron cita en el bulevar para disfrutar de Un son para el Comandante.
Se presentaron también Félix Baloy, quien ya había visitado Venezuela con el Buena Vista Social Club, Sixto “El Indio” Llorentes Terry, Orlando Watussi y Alejandro Mayora, todos acompañados por La Trombanda de Fidel Antillano.
El guateque se inició a las 4:30 pm. Inició los fuegos el venezolano Alejandro Mayora, quien interpretó Bella Cubana, Domina tu lengua y El son no se fue. Le tocaría luego el turno a un sonero de Santa Clara, debutante en nuestro país, pero con una gran experiencia en la isla caribeña, Sixto “El Indio” Llorente, quien se montó con La candela y Adiós a la soledad, donde el hombre puso a gozar a la muchedumbre.
La segunda tanda rumbera fue para Félix Baloy y Orlando Watussi. Par de soneros de peso, uno de cuba y el segundo de San Felipe, estado Yaracuy.
Baloy, un veterano de mil batallas, hijo de Yemayá y Changó, se presentó de blanco para honrar a sus santos, quienes le acompañaron en Abre tu alma y Desafiando al destino, dejando el ambiente bien caldeado para que Watussi hiciera de las suyas con Mala Suerte. Watussi le dedicó su actuación a Luis “Tata” Guerra”, renombrado músico y compositor.
Y EN ESO LLEGÓ FABRÉ
El llamado “lomito” del espectáculo era esperado por la colonia cubana arremolinada en torno a la tarima. Las “pepillas” coreaban Fabré, Fabré, y el santiaguero se montó bien armado, porque se disparó una “metralla” de improvisaciones como sólo él sabe hacerlo. El Fabré de este domingo es el mismo de siempre, el de la voz cansada por el trajinar del tiempo, pero a quien le sobra la palabra para convertirla en melodía. Fabré, hay que decirlo, es un fenómeno en el soneo; él lo sabe y lo aprovecha.
Cándido Fabré, el exvocalista principal de la Original de Manzanillo, colmó las expectativas y formó el propio remeneo en Sabana Grande. Se soltó con improvisaciones al Comandante Chávez e interpretó dos de sus canciones banderas: A la hora que me llamen voy y Guayabita del Pinar. Estaba pautado que todos los soneros se montaran en tarima al final, pero Fabré improvisó por más de 20 minutos y los vocalistas se quedaron con las ganas, pero el público quedó satisfecho. ¡Tremendo rumbón!
Diario CCS