BARINAS, Venezuela.—A sus 85 años el doctor Gerardo de la Llera dice tener mucho que aprender aún. Su extraordinaria lucidez y simpatía acompañan la labor de los mejores cirujanos de Cuba. Con más de 60 años de experiencia en la Medicina y diversos premios, se encuentra en Venezuela para aportar su granito de arena en esta hermana nación.
El Profesor Titular Consultante y de Mérito de Cirugía de la Universidad de Ciencias Medicas General Calixto García de La Habana, lleva apenas tres meses trabajando como asesor docente de sus colegas, tanto cubanos como venezolanos.
Ser el colaborador de la Isla más longevo supone un gran reto para él y su familia. “Al principio me pusieron resistencia a que viniera por la edad y eso, pero yo me siento bien —dice con una energía envidiable—. Me levanto todos los días a las cinco de la mañana, incluso los domingos, y enseguida me pongo a hacer cosas”.
Confiesa sentirse como en su casa dada la excelente atención de sus compañeros de trabajo, quienes lo admiran y respetan. “Aquí he aprendido a valorar aún más a quienes se convierten en tu familia. Comprender además el valor de entender a cada persona con sus vivencias, defectos y virtudes”, asegura quien fuera el Presidente de la Sociedad Cubana de Cirugía.
De toda su experiencia en misiones internacionalistas anteriores, en al menos 23 países, comenta que vino a Venezuela “por convicción, porque esta es una tarea importante para Cuba”.
Él forma parte de los 1 240 colaboradores que hacen vida en el estado Barinas, ubicado al suroeste del país. Estar en la tierra del líder bolivariano, Hugo Chávez, tiene para él un significado especial. “No conocí a Chávez, no tuve esa oportunidad, pero sí pude estar en su casa natal en Sabaneta de Barinas”, comenta. Hace una pausa, y explica que de esa forma estuvo un poco más cerca del niño arañero que se convirtió en Presidente.
Historias como la del doctor De la Llera impulsan a ser mejores personas. Su sencillez remarca a este gran hombre cuando saca de su bolsillo un recorte de una edición de Granma y muestra con orgullo de niño una nota sobre él escrita por el periodista José de la Osa hace buen tiempo.